Un clásico del barrio de San Telmo, donde encontraremos desde puestos de carnes y verduras, hasta anticuarios y tiendas de antigüedades, pasado por pequeños restaurantes de comida al paso y según dicen uno de los mejores cafés de todo Buenos Aires.
Este mercado fue inaugurado en febrero de 1897 con el objetivo de abastecer de los víveres y alimentos frescos al Barrio de San Telmo, uno de los más populosos en la Buenos Aires de aquellos años. Su edificio conserva su estructura interna original, formada por vigas, arcos y columnas de metal con techos de chapa y vidrio. Luego en 1930 el mercado siguió creciendo y se le agregaron dos brazos con salidas por las calles Defensa y Estados Unidos.
Los años setentas y ochentas fueron los peores para este mercado y fue quedando poco a poco en el olvido. Pero gracias al boom turísticos de los últimos años este mercado se vio revitalizado, primero con los anticuarios y luego con la instalación de nuevos puestos gastronómicos, donde podemos encontrar productos de los más variados.
Al recorrer los pasillos del mercado de San Telmo podremos un gran número de productos diferentes. Algunos de sus puestos siguen vendiendo lo clásico de un mercado comunal, como carnes, pescados o verduras frescas. Mientras que otros son un poco más especializados y los hay de venta de vinos, condimentos, dulces o incluso productos de cuero y antigüedades.
Dentro del mercado también hay pequeños lugares para comer, con un variado menú tan amplio como hamburguesas, croissant, carnes asadas o comida étnica vietnamita. Todo esto además de dos bares tradicionales y antiguos llamados San Pedro Telmo y La Coruña.