Este es el barrio tanguero, colorido y futbolero por excelencia. Antiguo barrio portuario de la ciudad, su nombre se debe a que se ubica en la desembocadura del Riachuelo en el Río de la Plata. Aquí se encuentran el famoso estadio de Boca Juniors, “La Bombonera”; el puente transportador Nicolás Avellaneda (el cual fue restaurado en su funcionamiento en los últimos años); el museo Quinquela Martín, uno de los pintores más famosos del país y que retrató en sus cuadros la vida en este barrio en principios del siglo XX; la pizzeria Banchero y la fundación PROA.
Aunque sin dudas el ícono del barrio que atrae a miles de turista cada dia es Caminito, un antiguo pasaje que alguna vez albergó a las vías del ferrocarril y que hoy en día está repleto de restaurantes y tiendas de turistas.
Se ubica al sur de la ciudad, limitando con el Riachuelo y el barrio de San Telmo.
Colectivos Líneas: 20, 25, 29, 33, 46, 53, 64, 152.
El barrio de La Boca debe su nombre a su ubicación geográfica en la desembocadura del Río Riachuelo en el Río de la Plata. Fue utilizado como un puerto natural a lo largo de numerosos años, y como toda zona portuaria atrajo numerosos inmigrantes, principalmente genoveses, que le dieron al barrio su fisonomía actual.
Los inmigrantes que llegaron sin dinero se agrupaban en Conventillos, una especia de casa colectivas, donde una familia entera vivia en una habitación. En un intento de ahorrar recursos, las casas se pintaron con los sobrantes de pintura que traían los marineros, y como muchas veces la pintura no alcanzaba para cubrir toda una casa de un mismo color, se utilizaron diversos colores para pintarlas.
El barrio registró su pico máximo de población en 1914 con unos 76.000 habitantes en plena época dorada agroexportadora, luego a partir de la segunda mitad del siglo XX, con el cierre del puerto, el barrio comenzó a experimentar un éxodo, y para 1991 la cantidad de habitantes había bajado a 46.277. La desocupación, se convirtió en inseguridad, convirtiendo al barrio de la boca a uno con las tasas de criminalidad más altas de la ciudad, especialmente en la zonas más alejadas de la parte turística.
Si vas a visitar este colorido barrio del sur de la ciudad de Buenos Aires, sin dudas tienes que pasar por “Caminito”, una pequeña calle en forma de curva de tan solo 130 metros, ubicada frente al riachuelo y que es sin dudas el ícono máximo del barrio.
Esta calle tiene su peculiar forma debido a que fue construida sobre la antigua traza de un ferrocarril de carga, que dejó de funcionar en 1928. Después del levantamiento de las vías del tren, la calle se convirtió en un sendero natural para los vecinos, pero el abandono se fue apoderando de él y se convirtió poco a poco en un basurero a cielo abierto. Durante la década de 1950 un grupo de vecinos, entre los que se encontraba el conocido pintor boquense Benito Quinquela Martín, decidieron recuperar esta calle y usaron toda su inventiva y creatividad para que naciera allí una calle museo, con el nombre que le había puesto el tango, «Caminito» .
Caminito recrea en su máxima expresión a la arquitectura típica del barrio, donde las casas se realizaban a base de madera y chapas pintadas con llamativos colores, procedentes de los sobraba del puerto, aportando al barrio un aspecto tan pintoresco y encantador.
El Puente Transbordador Nicolás Avellaneda es uno de los pocos puentes de este tipo que sobreviven en el mundo. Esta mole de hierro se inauguró en 1914 y estuvo en funcionamiento hasta 1960. A diferencia de un puente móvil tradicional, este tipo de transportadores tiene una estructura alta fija y lo que se mueve es una plataforma en la cual se pueden transportar simultáneamente cuatro carros con sus caballos y unas 30 personas. Su mecánica interna fue restaurada hace unos pocos años, sin embargo todavía el puente sigue sin estar abierto al público, aunque podemos disfrutar de su bella industrial desde ambas orillas del riachuelo.
La Boca es un barrio donde se respira arte a cada paso, y mucho de este legado se lo debemos a Benito Quinquela Martín, un artista plástico y vecino, que reflejó en sus obras a la perfección las tareas del puerto y la vida cotidiana de su gente. Su obra fue reconocida a nivel mundial, convirtiéndose en uno de los pintores más importantes de la Argentina.
Hoy en día un museo recuerda su obra, sobre unos terrenos donados por el mismo artista para la construcción de una escuela y un museo. Allí se exponen una gran cantidad de obras del propio Quinquela Martín, además de varios artistas locales, ofreciendo a sus visitantes un panorama del arte argentino desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.