El Sena es el río navegable más grande de toda Francia, inicia uno de sus cursos en la región de Côte-d’Or, en la Borgoña, y desemboca finalmente en el canal de la Mancha, pasando obviamente por el centro de París. Al navegar por sus aguas obtendremos una visión muy particular de todos los bellos edificios que iremos bordeando, especialmente cuando pasemos por la famosa Île de la Cité, el lugar donde se encuentra por ejemplo la icónica catedral de Notre Dam.
Que más te podemos decir de este clásico parisino por excelencia y el símbolo máximo de toda francia. Esta gigantesca torre ubicada sobre el Campo de Marte a orillas del Sena, tiene una altura de 300 metros, siendo construida por el ingeniero francés Alexandre Gustave Eiffel y sus colaboradores para la Exposición Universal de 1889. La torre tiene tres niveles, pudiendo subir hasta ellos, por unas largas escaleras o por alguno de sus ocho ascensores. Además de los miradores, dentro de la torre se encuentran dos lujosos restaurantes y hasta un bar de Champagne.
Son muchos los museos que merecen la pena visitar en París, pero si nuestro tiempo está limitado y tenemos que elegir sólo uno, nuestra selección es el Musée d’Orsay. Una pinacoteca más pequeña que su famoso vecino el Museo del Louvre, pero repleto de verdaderas joyas artísticas que sin dudas te encantará. El museo ocupa el antiguo edificio de la estación ferroviaria de Orsay, dándole un encanto muy particular a cada una de sus salas y alberga la mayor colección de obras impresionistas del mundo.
Las profundidades del suelo parisino esconden un laberíntico y misterio sistema de túneles, en los cuales se encuentran las cautivantes Catacumbas de París. Creadas a partir de las unas antiguas minas romana de piedra caliza, en el siglo XVIII estos túneles fueron reconvertidos en un gigantesco cementerio subterráneo, donde se trasladaron los restos mortuorios de más de 6 millones de parisienses. En la actualidad casi un kilómetro y medio de las catacumbas están abiertas al público, mostrándonos una de las caras más misteriosas de la capital francesa.
Ubicado en pleno centro de la ciudad, el Barrio Latino con sus cafés, restaurantes, bares y mercados es uno de los barrios más agitados y encantadores de todo París. El Quartier Latín debe su nombre a la Época Medieval, cuando sus habitantes eran en su mayoría estudiantes que utilizaban el latín para comunicarse. Con el paso de los años este barrio fue evolucionando hasta convertirse en el más parisino y auténtico de todos.
Si quieres revivir el esplendor de la Belle Epoque Parisina, no puedes perderte de ver un show este emblemático Cabaret, sin dudas el más famoso del mundo. En sus más de 129 años de historia, el Moulin Rouge sobreviviendo a dos guerras mundiales, y en su escenario pasaron artistas de la talla de Edith Piaf, Ives Montand, Charles Aznavour, Mistiguett, Frank Sinatra, Liza Minnelli y Dean Martin, entre muchos otros. Tanto por su historia como por la calidad de su espectáculo, este teatro es una salida obligatoria de la noche parisina.