Mitte significa centro en alemán, y esa es la mejor definición para este barrio berlinés. En el mitte se encuentran los monumentos, museos y edificios más representativos de la capital alemana. Alexanderplatz fue el centro de la antigua berlín comunista y hoy en día sigue siendo uno de los espacios más transitados de la ciudad. Cruza los los puentes sobre el río Spree y llega a la isla de los museos y más adelante te toparas con la famosa Puerta de Brandenburgo. En el medio te toparas con un sin fin de iglesia, museos y sitios que sin dudas merece la pena visitar, si quieres conocer sus secretos, historias y curiosidades te recomendamos realizar uno de los Free Tour que recorren el mitte.
Si Berlín te gusto a nivel del suelo, imaginatela conocerla desde los 203 metros de altura del mirador de la torre de televisión. La torre fue construida en 1969 por la extinta República Democrática Alemana (RDA) y pronto se convirtió en todo un símbolo de la antigua Berlín Oriental. Esta es la estructura más alta de Berlín y de toda la unión europea también. Entrar en ella es sumergirnos en un viaje a la arquitectura futurista de los años 60s. Además su mirador, la torre cuenta con un elegante restaurante y bar giratorio, el cual nos permite tener las mejores vista de la ciudad mientras que tomamos nuestro trago favorito.
El edificio del Reichstag es todo un símbolo de la joven Alemana unificada y subir a su cúpula es sin dudas uno de los mejores plan para conocer su rica historia, así como la de la propia Berlín. Construido en los tiempos del II Imperio alemán, el Reichstag fue gravemente dañado en un autoatentado en los años 30s, luego en la segunda guerra mundial fue escenario de los combates más cruentos, quedando casi en ruinas. En los años siguientes fue reconstruido, pero debido a la división del país, ya no tenía funciones legislativas. Finalmente en los años 90s, con la reunificación alemana, Berlín volvió a ser la capital de la nación y el Reichstag fue totalmente renovado para ser la sede del parlamento. Su imponente cúpula de cristal fue diseñada por Norman Foster y representa a la transparencia que debe tener la política. Subir a ella es gratis, solo tienes que pedir tus entradas en línea o en las oficinas de tiquetes que está en la entrada. No te olvides tu pasaporte!
Si quieres visitar los restos del muro que marcó la historia de berlín hasta nuestros días, te recomendamos dar un paseo por los sitios donde su estructura todavía está en pie. En la East Side Gallery podrás ver un sección de 1.316 metros, toda ella intervenida por más de un centenar de artistas de todo el mundo. Pero si lo quieres ver en su estado original, como fue en los años de la guerra fría te recomendamos darte una vuelta por Die Maure, un moderno teatro 360 ubicado en la esquina del Checkpoint charlie, donde podrás viajar en el tiempo, a través de la historia del muro. Cerca de allí, en el museo “topografía del terror” se encuentra un tramo de unos 100 metros en estado totalmente original.
Berlín posee algunos de los museos más importantes de todo el mundo y esta isla ubicada en el centro de la ciudad, tiene a ni más ni menos que cinco de ellos, todos declarados patrimonio de la humanidad por la unesco. Y entre todos ellos forman una basta imponente colecciones de arte e historia. Aquí en unos pocos metros de distancia nos encontraremos con el Museo Antiguo, El museo nuevo, la Galería Nacional Antigua, Museo Bode y el famoso Museo del Pérgamo. En su interior, veremos una increíble muestra de objetos arqueológicos del mundo antiguo, además de una de las colecciones de arte más importantes de toda europa, que abarca diferentes estilos y épocas, desde la antigüedad, hasta el siglo XIX.
El Currywurst y los Döner Kebab son sin dudas los platillos estrella de la comida callejera berlinesa y un viaje a esta ciudad no estaría completa hasta que los pruebes a ambos. El Currywurst es la típica salchicha asada alemana, a la cual se le añade un ketchup especiado con curry por encima (y importantes cantidades), suelen servir acompañado con papas fritas y se como desde en el desayuno hasta en la cena. Los puestos de Döner Kebab nacieron gracias a la inmigración árabe a la ciudad y pronto se convirtieron en uno de los bocadillos favoritos de los locales. Esto lo vemos en las calles, donde no podemos caminar más de una calle sin toparnos con un puesto de donner para comer!
La historia de la capital de Alemania, se inicia con la unión de dos pueblos que fueron fundados alrededor de los años 1200, Berlín y Cölln. Estos dos pueblos se unen en 1307, naciendo una nueva ciudad en las tierras de lo que hoy es la isla de los museos. Con el paso de los años la joven Berlín fue creciendo, hasta convertirse en una importante ciudad del Sacro Imperio Romano Germánico.
Pero la gloria para Berlín llegaría en 1701 con la coronación de Federico I como rey de Prusia.Este monarca elige a Berlín como la sede de su reinado, convirtiéndola en la capital de Prusia. En ese año reales la metrópolis va ganando renombre en el mundo, se construyen grandes palacios, catedrales y museos, dejando a Berlín a la altura de cualquier otra capital imperial.
Pero toda esta época de bonanza termina con el siglo XX y la derrota definitiva sufrida por Prusia en la Primera Guerra Mundial. Con ello la dinastía de los Hohenzollern llega a su fin, el régimen monárquico desaparece y se establece la República de Weimar. Ya sin monarquía y los sin las reglas de conducta del prusianismo, los berlineses descubren un nuevo mundo en las artes, en esos alocados años 20s, donde la ciudad se consagra como uno de los epicentros culturales del mundo.
La belle epoque y las libertades artísticas, hicieron que Berlín compitiera con París y Viena, como capital intelectual europea. Aunque con la crisis económica del 29, todas estas libertades terminaron y rápidamente desembocaron en el fascismo y el surgimiento del nacionalsocialismo. La Quema de libros en la plaza de la ópera por parte de los miembros del partido nazi, fue solo el comienzo de lo que desembocará en una de las etapas más oscuras de la historia de la humanidad.
Durante la segunda guerra mundial Berlín fue bombardeada unas 363 veces, dejando a más del 30% por ciento de ella totalmente en ruinas. Pero la peor parte llegó en los últimos días de la guerra, durante la batalla de berlín, cuando se peleó casa por casa contra las tropas soviéticas. Cuando la guerra terminó, Alemania fue dividida entre las naciones victoriosas y se aplicó un prolongado plan de desnazinacion. El país se dividió en dos, una nación pro-capitalista y otra pro-comunista, una división que también llegó a Berlín.
Durante algunos años los berlineses podían pasar de un país a otro, con tan solo cruzar una calle. Ellos podían trabajar en un lado occidental, cobrando en una moneda más fuerte y vivir en el lado socialista disfrutando los beneficios que esto traía. Pero esto terminó literalmente de un dia para el otro, cuando una madrugada de 1961, la RDA construyó un muro para separar las dos partes de Berlín, acabando con la emigración masiva de alemanes del este hacia el oeste.
Este muro que separó a amigos y familiares dentro de la misma ciudad se hizo famoso en el mundo y fue todo en emblema de la guerra fría. Recién en 1989 el régimen de la RDA aceptó terminar con él, permitiendo la libre circulación de los ciudadanos. Al año siguiente con la Reunificación alemana desapareció la RDA, y un año después en 1990 se vota trasladar nuevamente la capital de Bonn a Berlín.
Toda esta rica y apasionante historia fue dejando marcas en cada rincón de la ciudad, convirtiendo a Berlín en un destino realmente fascinante. Una ciudad en constante construcción, la cual todavía está reparando los rastros de la guerra y su época comunista.